Cuando se trata de reclutar a gente, muchos de nosotros pensamos en las personas simplemente como individuos. Imaginamos que hay un grupo disperso del que reclutamos a la gente (imagen de la izquierda)
La realidad es diferente. La mayoría de las personas no se siente atraída a los grupos como entidades individuales. Pregunta a gente a tu alrededor, y encontrarás que muy pocas personas se involucran con una causa porque reciben un panfleto, un correo electrónico, ven un póster o un post en Facebook. La mayoría de personas se unen a un grupo o se involucran porque alguien que conocen personalmente les invita. Esto se debe a que la sociedad se entiende mejor como un conglomerado de “grupos sociales” (parte derecha de la imagen).
Los círculos sociales pueden estar organizados como grupos formales o informales—comunidades religiosas, mesas durante la hora del almuerzo, vecinos próximos, etc. Si tienes una cuenta en Facebook, puedes ver tu círculo social por el número de personas que son amigos de amigos.
La manera más rápida de construir un grupo es preguntar a las personas de tu red de amigos o a tu familia. Son las personas con mayor predisposición a decirte que sí. Pero en algún momento un grupo alcanza a todas estas personas y deja de crecer. Probablemente continuar buscando fuera de este grupo no atraerá a mucha más gente.
Algunos grupos entonces cometen el error de pensar que no pueden aumentar su apoyo. Entonces pueden comenzar a volverse una isla culturalmente y a asumir las características sociales del grupo social inicial. Esto aleja a otras personas y hace que sea más difícil para nuevos grupos sociales, con diferentes normas y culturas, unirse.
El desafío es salir de su círculo social y encontrar a gente conectada con otros círculos sociales.
Algunas maneras de reclutar fuera de tu círculo social:
- Acudir a eventos y reuniones de personas de fuera de tu círculo—es una gran oportunidad de conocer a otras personas, ver cómo trabajan y conocer en qué punto sus valores coinciden con tu campaña.
- Dejar de usar las mismas tácticas que hasta ahora y probar nuevas que puedan atraer a diferentes audiencias—si vuestras tácticas eran marchas, vigilias o plantarse fuera de las prisiones durante las ejecuciones y no están funcionando, entonces es el momento de cambiar las tácticas. Ritualizar nuestras acciones nos hace predecibles y aburridos. La gente quiere unirse a grupos interesantes con ideas originales.
- Poner atención cuando otros grupos se dirijan a tu movimiento, y realizar un seguimiento con ellos. Por ejemplo, nuevos grupos se expresaron sobre el cambio climático tras la encíclica del papa o los informes de la comunidad médica sobre los efectos devastadores del cambio climático. Podemos realizar un seguimiento con las iglesias católicas y los defensores de la salud que hayan mostrado querer involucrarse.
- Tener muchas reuniones con líderes de otros movimientos y grupos. Reúnanse con diferentes personas, no les reclutes, pero aprende de ellos. ¿Cuáles son sus valores? ¿Qué estrategias sirven para reclutar a gente como ellos?
- Diseñar una petición online o acción que apele a valores amplios y consiga que se involucre un nuevo grupo de personas. Dar seguimiento mediante reuniones uno-a-uno con personas de esta lista
- Hacer servicio directo—Gandhi era un entusiasta de lo que él llamaba el “programa constructivo”, que significa no solo hacer campañas contra lo que no queremos, sino también construir una alternativa con lo que queremos. El servicio directo y otros proyectos basados en la comunidad nos acercan a otras personas que quieren mejorar las cosas. ¿Quién mejor para escuchar sobre unirse a tu campaña?
Crecer fuera de tu círculo social lleva tiempo, pero cuando se trata de construir grupos exitosos, el esfuerzo merece la pena.