La organización de esta actividad es muy simple:
Ofrece a los participantes un gran trozo de papel y crayones/rotuladores/bolígrafos.
Pídeles que piensen en su propia vida como si fuera un río que llega hasta este taller/evento: “¿Qué corrientes y otros ríos te han ayudado a llegar aquí—a trabajar en este tema y comprometerte con este movimiento? Piensa sobre los tiempos de tu vida que transcurrieron rápido y los desafíos o rocas que has superado por el camino. Dibuja esto como si fuera un río. Utiliza la metáfora en toda su magnitud—a lo mejor hay ramificaciones, rápidos, cascadas, o tiempos en estanques, etc.”
Deja al menos 8 minutos para que hagan los dibujos. Si les das más tiempo, pasarán más tiempo compartiendo sus experiencias. Dependiendo del número de personas en el grupo, esta actividad puede realizarse en entre 20 minutos y 1,5 horas, así que organiza el tiempo en consecuencia.
Después de que la gente haya hecho los dibujos, dales un tiempo para que compartan sus pensamientos, ya sea en grupos pequeños (toma menos tiempo) como con el grupo completo (toma más tiempo).
ALTERNATIVA: LA VIDA DEL GRUPO O DE LA CAMPAÑA
También puedes hacer que la gente dibuje el río de la vida del grupo o la campaña en lugar de su propia vida. En esta versión, realizarán el dibujo en grupos pequeños, o si el grupo es de menos de una docena de personas, pueden hacerlo todos juntos. En este caso realizan el dibujo siguiendo el curso de la campaña.
Esta es otra manera de hacer que los participantes reflexionen— es perfecto para un grupo que necesite reconsiderar la dirección de su campaña, o que pueda necesitar que sus miembros aprecien sus fortalezas en la campaña.
OTRAS ADAPTACIONES: Durante un entrenamiento de 350 en Filipinas, los facilitadores dibujaron el final de un río fluyendo al océano y explicaron “Esto representa nuestro objetivo.” Entonces, pidieron a la gente que dibujara hacia atrás desde su visión del objetivo hacia lo que creían que les ayudaría a conseguirlo.