Una herramienta flexible para empoderar a la gente
En Rusia utilizan los “sociogramas comunitarios”, donde los facilitadores se sitúan en el centro y anuncian que este punto representa el centro de la comunidad de aprendizaje en este momento. El facilitador pide a los participantes que se pongan en algún lugar en la sala de tal manera que represente su relación con el centro en ese momento.
Después de que los participantes hayan seleccionado un lugar, el facilitador se mueve alrededor del lugar entrevistando a una parte de los participantes. Sus reflexiones apoyan la conciencia personal acerca de la participación en el taller, y los participantes a menudo toman una nueva decisión sobre su ubicación como resultado.
Otra versión popular de los sociogramas se llama el Espectro (o espectrograma). En su forma más simple, se construye una opción de Sí/No sobre un tema controvertido, por ejemplo, la utilidad estratégica de la destrucción de la propiedad en una campaña de cambio social. En un lado de la sala se pone una opción en un papel, en el otro lado, la otra. Por ejemplo:
- ¿fue efectiva la última acción que realizamos? (Sí/no);
- ¿crees que el grupo debería llevar a cabo acciones de desobediencia civil? (Sí/no);
- ¿tienes un compromiso personal con la no-violencia estratégica? (Sí/no).
Los participantes son invitados a situarse en la línea imaginaria entre las dos opciones, representando su propia posición respecto al tema. Una vez lo hayan hecho, se realizan las entrevistas a una parte de los participantes recorriendo el espectro de las posiciones.
El espectro posibilita la discusión compleja sobre debates polarizados. Puede permitir mucha discusión y revelar nuevas consideraciones estratégicas. Los sociogramas se pueden utilizar para:
- reflexionar sobre las acciones/eventos/estrategias del grupo en el pasado;
- como parte de la toma de decisiones en grupo haciendo que la gente muestre cómo se sienten en este momento (por ejemplo “¿apoyas esta propuesta? Sí/no”);
- como manera de desarrollar la comunidad permitiendo la reflexión individual, especialmente en temas controvertidos.
Tu imaginación es el límite de las posibilidades para utilizar los sociogramas. Una entrenadora pidió al grupo: “Aquellos que ejercen liderazgo, vayan a esa esquina.” Hizo una pausa hasta que algunos fueron allí. “Aquellos que ejercen el liderazgo de una manera que no se demuestra abiertamente, vayan a aquella esquina.” (Entre risas tímidas, otros fueron a la otra esquina.) A esto le siguió el primer debate honesto del grupo sobre liderazgo. Otros facilitadores utilizan los sociogramas para desarrollar conocimientos sobre las clases sociales, ganar jerarquía en su grupo, fortalecer el trabajo en equipo, establecer roles en movimientos sociales, tipos de equipos y mucho más.