¿Un problema típico cuando se habla del cambio climático? La gente suele traer conceptos lejanos como los osos polares, los impuestos al carbono o imágenes con las que la gente no empatiza ni interactúa. En general, no se habla de experiencias de la vida diaria, sino de problemas con los que nunca nos iremos a cruzar.
Para evitar este problema y no terminar enredando de más a lxs que nos escuchan, creamos en 350 una técnica para fundamentar, y a la vez, hacer simples nuestras conversaciones sobre cómo la crisis climática está afectando a lo que nos rodea. Y, ya que estamos, decidimos compartirla con el mundo. Aquí va:
Paso 1: Romper el hielo utilizando ejemplos cercanos
Una buena manera de empezar una conversación sobre el cambio climático es pidiéndole a la gente que mire por la ventana.
Por ejemplo, vivo en una región donde la amplitud térmica hace que las noches sean muy frías y los días muy calurosos. Justo fuera de mi jardín hay un árbol. Como la primavera se adelantó, los árboles florecieron un mes antes de lo normal. Eso significa que este árbol floreció demasiado pronto. Las heladas mataron todos sus brotes. Como resultado, se podía ver que el árbol estaba debilitado.
A veces miro por la ventana de su casa y veo nieve. No es sorprendente durante el invierno. Pero cada vez se volvió más frecuente que haya menos nieve y la temperatura suba más de lo normal. El cambio climático no sólo significa que hace un poco más de calor. A menudo se trata de cambios climáticos extremos. Estamos experimentando diferencias realmente dramáticas.
Ahora, con las olas de calor en varias partes del mundo, intento dar cuenta que cada vez hace más calor durante los veranos. Hay más aires acondicionados en las ventanas, más cortes de luz, más problemas para acceder al agua, más sequías. Hemos tenido veranos con temperaturas cálidas que nunca antes habíamos vivido. Es importante que nuestro interlocutor empiece a unir los puntos y que vea que estos cambios que vemos en el clima no pueden ser el resultado de un proceso normal.
Incendios, olas de calor, inviernos más cortos, inundaciones. ¿Qué es lo que ves por tu ventana hoy? – Crédito de la imagen: Aaron Thomas – Unsplash
Paso 2: Averiguar qué es lo que les preocupa a las personas y relacionarlo con el cambio climático
Siempre es importante preguntarle a la gente qué es lo que les preocupa, en general, respecto a cualquier cosa. Puede ser una manera ingeniosa de establecer una conexión entre lo que, en efecto, les importa y el cambio climático.
Si me toca hablar con alguien muy interesadx en la jardinería, entonces llevo la conversación hacia cómo el cambio climático está provocando inundaciones y largos periodos de sequía y cambiando los patrones meteorológicos. Esto, a su vez, está estresando a las plantas autóctonas y llevando a la muerte a muchas plantas que antes podían crecer en el mismo lugar.
Si, en cambio, tengo frente a mí a un fanático del fútbol, hablo de cómo es que hasta su amado deporte se verá afectado. Cada vez se juegan más partidos en condiciones meteorológicas extremas, como el partido de clasificación para el Mundial entre Estados Unidos y Costa Rica, que se jugó con un frío glacial.
Paso 3: Explicar las causas y los riesgos futuros
Ya empezamos con ejemplos de los impactos del cambio climático, pasando por los que están fuera de nuestra ventana y los que le importan a nuestra audiencia. El siguiente paso es conectar conceptos más amplios. Aquí es donde explicamos la ciencia del cambio climático.
Necesitamos sí o sí este paso porque ninguna experiencia vital individual es suficiente para comprender el alcance de la crisis climática: se trata un sistema complejo. Por eso recurrimos tan a menudo a los científicos para que nos ayuden a entender lo que está ocurriendo en todo el mundo.
Por ejemplo, podemos hablar de la aceleración del cambio climático debido a los bucles de retroalimentación, es decir, que un cambio en el clima puede provocar otro cambio en el clima, que a su vez influye en este primer cambio, y así sucesivamente.
El hecho de que algunos árboles en nuestra zona se estén muriendo es muy malo. Pero lo que verdaderamente preocupa son estos llamados bucles de retroalimentación.
Ya se sabe que la quema de dióxido de carbono calienta el planeta. Y el calentamiento del planeta es lo que está provocando la muerte de esos árboles. Pero, ¿qué pasa cuando los árboles mueren? Liberan el dióxido de carbono atrapado en la atmósfera. Esto se convierte en un problema acelerado. Más CO2, más árboles muriendo. Más árboles muriendo, más CO2.
Es el número de bucles de retroalimentación lo que hace que los científicos señalen que estamos muy cerca de un punto de inflexión, donde la velocidad de los cambios climáticos es imparable.
Un ejemplo más de un bucle de retroalimentación. Habrás oído hablar del deshielo en los dos polos. Pues bien, resulta que el problema no es sólo el aumento del nivel del mar. ¿Qué ocurre cuando miras la nieve en un día soleado? Es brillante: la nieve refleja los rayos del sol. En los polos, todo ese hielo hace lo mismo. Refleja los rayos del sol – reflejando el calor lejos de la tierra. Pero cuando estos rayos, directos o reflejados, caen en el agua, esta los absorbe. Eso significa: menos hielo, más absorción de calor en nuestro planeta. A más absorción de calor, más rápido se derrite el hielo.
Los bucles de retroalimentación nos dan la pauta de que debemos intentar frenar este proceso de calentamiento global de forma urgente.
Paso 4: Ofréceles la oportunidad de conectarse a un gran movimiento
No queremos que las personas simplemente sepan lo que sucede. Necesitamos que actúen. Así que es aquí donde pedimos a la gente que se una al movimiento.
Nuestro pedido depende de la campaña en la que estemos trabajando en ese momento. Siempre es bueno preguntarse: ¿Qué es lo que demandan las comunidades hoy y cómo podemos apoyarlas?
Es importante que cada vez que hablemos del cambio climático, expliquemos qué es lo que podemos ganar entre todxs al ser parte de un movimiento social. No queremos deprimir a la gente con lo que está pasando o lo que podría llegar a pasar. Queremos encender la llama de la acción cuando todavía estamos a tiempo.
Ninguno de nosotrxs, por separado, puede salvar el mundo. El trabajo de cada unx es una pieza de un gran rompecabezas que necesitamos armar entre todxs – y nosotrxs como organizadores debemos ayudar a encontrar las demás piezas que hagan falta e intentar que se sumen al gran rompecabezas del mundo que queremos construir.
Así que: llegó el momento de hablar, escuchar e inspirar sobre nuestro clima 🙂
¿Te gustaría saber más? Aprende todo al respecto en el curso gratuito “Conversando sobre el cambio climático” en nuestra plataforma de capacitaciones online.
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Traducción y adaptación: Rocío Rodríguez Almaraz
